Comprar cualquier aparato electrónico significa que puede romperse en cualquier momento. Es la desafortunada realidad de la tecnología. La suposición general es que puedes hacer lo que quieras con tu producto, incluso repararlo tú mismo. Al fin y al cabo, ahora es de tu propiedad, ¿no? Pues bien, el movimiento del derecho a reparar (o Right to Repair) existe por una razón.

Como su nombre indica, el movimiento por el derecho a reparar quiere dar a los consumidores acceso a la reparación de sus productos. No es tan fácil como parece, ya que algunas empresas se han posicionado en contra. En este artículo, explicaremos qué es el movimiento Right to Repair, qué significa para los consumidores y qué están haciendo las empresas y los políticos para apoyarlo u oponerse a él.

¿Qué es el derecho a reparar o Right to Repair?

La premisa del movimiento por el derecho a la reparación (Right to Repair) es sencilla: si compras un producto y eres su propietario, deberías poder repararlo tú mismo o ponerte en contacto con talleres independientes de tu elección para ello.

En otras palabras, las empresas deberían permitirte reparar tus propios artículos y aparatos tecnológicos, e incluso proporcionarte las herramientas y manuales necesarios para hacerlo correctamente.

Además, los partidarios del movimiento han presionado para que se apruebe una legislación sobre reparaciones que facilite el acceso a las herramientas.

En Estados Unidos, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva para promover la competencia en la economía estadounidense, lo que podría facilitar la reparación de artículos por cuenta propia. La orden encargará a la Comisión Federal de Comercio (FTC) que establezca normas sobre cuándo los consumidores pueden eludir a los fabricantes para reparar sus productos. Más abajo echaremos un vistazo a la legislación de Reino Unido y Europa.

Mapa de proyectos de ley activos sobre el derecho a reparar en Estados Unidos en otoño de 2023
Progreso por estados de los proyectos de ley sobre el derecho a reparar en EE. UU.
Imagen cortesía de The Repair Association

Uno de los retos más importantes para los defensores del derecho a reparar es poder arreglar los equipos agrícolas, los equipos médicos y los coches de la industria automovilística, es decir, realizar reparaciones sin depender de los fabricantes de equipos originales o de los concesionarios. O podría ser arreglar las pantallas rotas del iPhone en talleres independientes en lugar de Apple.

¿Cuáles son los objetivos del movimiento Right to Repair?

Estos son los objetivos del movimiento Right to Repair:

  1. Poner a disposición del usuario piezas y herramientas para la reparación. Los particulares y los talleres de reparación deben tener acceso a las piezas y herramientas, incluidas las de diagnóstico, necesarias para reparar sus productos.
  2. Poner a disposición del usuario información sobre las reparaciones. Las reparaciones pueden ser complejas, especialmente con los equipos modernos de la industria tecnológica. Saber cómo hacer las reparaciones es igualmente esencial. Los particulares y los talleres de reparación deben tener acceso a manuales, esquemas, instrucciones y software para reducir limitaciones.
  3. Permitir el desbloqueo y la personalización. Un propietario debe poder adaptar y modificar sus productos e instalar software personalizado.
  4. Diseñar productos fáciles de reparar. Los fabricantes de productos deben diseñar sus dispositivos y equipos de forma que puedan repararse y modificarse fácilmente.

¿Por qué el derecho a reparar es importante?

Casi todo lo que usamos a diario tiene componentes electrónicos, desde nuestros teléfonos inteligentes hasta los cepillos de dientes eléctricos. Piensa en lo que haces cuando algo que utilizas se rompe y necesitas repararlo. La mayoría de las veces, o bien intentas llevarlo al fabricante original para que lo repare, o bien compras un producto nuevo si los costes de reparación son demasiado elevados.

Muchos de nosotros no sabemos cómo arreglar la gran mayoría de los productos que usamos y no siempre se debe a que no nos interese hacerlo. Los fabricantes suelen negarse a compartir los recursos necesarios para arreglarlos. ¿El resultado? La vida útil de los productos es cada vez menor como consecuencia. De hecho, la duración media de un smartphone hoy en día es de dos a tres años.

Componentes electrónicos

Las normas de reparación también afectan a la actualización de los productos. Por ejemplo, actualmente es imposible actualizar determinados elementos de un dispositivo, como un smartphone, un portátil o una tablet. Además, iniciativas como los teléfonos móviles modulares no se adaptaron plenamente al mercado y acabaron perdiendo fuerza, sin saber si esta tendencia resucitaría en un futuro.

7 razones para apoyar el derecho a reparar

Echa un vistazo a siete razones para apoyar el derecho a reparar tus propios productos:

  1. Arreglar tus dispositivos puede ser fácil. No tienes que ser un técnico cualificado. Con las guías y recursos adecuados, arreglar dispositivos electrónicos puede ser fácil. Lo único que necesitan algunos consumidores es que los fabricantes les proporcionen las piezas y manuales esenciales.
  2. Los talleres independientes pueden ser muy competentes. Puedes llevar tu dispositivo para que lo reparen técnicos independientes. Como con todo, depende de dónde lo lleves y de la experiencia que tengan, pero pueden ser excepcionalmente competentes y capaces de hacer las mismas reparaciones que el fabricante.
  3. Impulsa la economía circular. Si más personas empiezan a reparar sus productos, menos acabarán siendo desechados. Esto se traduce en menos residuos y más reutilización, lo que conlleva una reducción de las emisiones de CO2. Además, la compra de productos reacondicionados impulsa la economía circular.
  4. No es la primera vez que se aprueban leyes de reparación. Un ejemplo para ilustrarlo: el estado de Massachusetts, en Estados Unidos, aprobó una ley que obliga a los fabricantes de automóviles a ofrecer piezas de recambio e información sobre el diagnóstico de las reparaciones. Por otro lado, la Comisión Europea publicó una iniciativa para que los teléfonos y las tablets sean más duraderos y más fáciles de reutilizar, reparar y refabricar, y también una propuesta sobre normas de fomento de la reparación de mercancías.
  5. Las reparaciones podrían ser más accesibles. El derecho a la reparación permitiría a cualquiera reparar sus productos sin tener que hacer frente a altos costes de técnicos profesionales. También haría que más personas pudiesen acceder a estos servicios y evitar días o semanas de espera si el fabricante pide que se devuelva el producto para poder repararlo.
  6. Más puestos de trabajo. Pongámoslo así: si tanto particulares y centros de reparación independientes pueden arreglar cualquier dispositivo electrónico sin depender del fabricante original, podría llevar a la creación de más puestos de trabajo, muchos de ellos creados localmente.
  7. Precios más bajos. Una mayor competencia y el fin del monopolio de las reparaciones también podría significar precios más bajos para los consumidores.

Oposición y evolución del derecho a reparar

Algunas empresas han ejercido presión contra la legislación sobre el derecho a reparar y se negaron a ofrecer reparaciones de autoservicio por lo que consideraban una infracción de la propiedad intelectual.

Históricamente, los desarrolladores de smartphones eran los que más se oponían a estas leyes. Sin embargo, las cosas están cambiando rápidamente, y las grandes tecnológicas están ampliando su oferta de reparación legal en respuesta a la creciente normativa estadounidense y europea.

En pocas palabras:

Tienda de reparación

Derecho a reparar en Europa y el Reino Unido

El Reino Unido y la Unión Europea han introducido normas de derecho a la reparación. El objetivo es prolongar la vida útil de los productos hasta 10 años. Así, los fabricantes de productos como lavadoras, televisores y frigoríficos tienen que poner las piezas de recambio a disposición de los consumidores.

La nueva ley da a los fabricantes un plazo de dos años para realizar los cambios necesarios. Sin embargo, no abarca todos los aparatos eléctricos porque incluye lavavajillas, lavadoras, aparatos de refrigeración y televisores, pero excluye smartphones y ordenadores portátiles.

Mientras tanto, la legislación de la Unión Europea sobre el derecho a la reparación exige a los fabricantes que garanticen que los productos electrónicos puedan ser reparados hasta una década después, como resultado de la legislación aprobada por el Parlamento Europeo.

El voto es favorable al establecimiento de normas de mayor alcance y eficacia sobre el derecho a la reparación, enfocado en la reducción de residuos eléctricos. Este fenómeno ha ido en aumento en el continente debido al crecimiento del sector de la fabricación.

Además, el cargador universal para dispositivos móviles será la norma en 2024. Todos los smartphones, tabletas, portátiles, cámaras digitales, auriculares, libros electrónicos, teclados, ratones, consolas de videojuegos, altavoces y sistemas de navegación portátil que se vendan en la Unión Europea deberán incorporar un puerto de carga USB-C, como ya ocurre desde el iPhone 15.

¿Cómo puedes beneficiarte del derecho a reparar?

El movimiento Right to Repair ha puesto de manifiesto la importancia de cuidar el medioambiente, reducir el ciclo de sustitución de los dispositivos electrónicos y ofrecer a los consumidores la libertad de reparar sus propias compras.

Creemos en cualquier causa que ayude a reducir los residuos electrónicos en los vertederos. También forma parte de nuestra declaración de intenciones ayudar a nuestros lectores a entender las alternativas viables a la compra de productos nuevos: la compra de productos reacondicionados. Un producto reacondicionado es completamente funcional, cuesta menos y evita la generación de muchos residuos electrónicos.

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